viernes, 8 de abril de 2016

El Privilegio de los adúlteros

Podrán decir algunos que en realidad la doctrina no cambió mientras intentan sacarle algo de jugo católico a la Amoris Laetitia, esa fruta venenosa.
Lo cierto es que ya sabemos que la doctrina no cambió, porque no puede cambiar. Así que basta de insistir con eso.
La pregunta que queda es cómo es que se le ocurrió a Bergoglio que ahora los adúlteros y fornicarios merecerían el privilegio de recibir la Santa Comunión, y no los asesinos seriales, los pedófilos, los que viven de la usura, los borrachos, los glotones, los soberbios, los envidiosos, y todo el resto del esperpéntico defile que somos todos mientras no nos arrepintamos, pasemos por la Confesión y hagamos penitencia.

¿Cuál es el fundamento del nuevo Privilegio Adulterino?

En fin. Destitúyanlo, o serán cómplices. Señores Obispos.
Nadie se burlará de Dios.